Barrio Carmen de Murcia se constituye desde su nacimiento como una zona puramente industrial dentro de la ciudad de Murcia.
En ello contribuyó fuertemente la llegada del tren y la construcción de la Estación de Ferrocarril de Murcia. Por los alrededores de la estación existían fábricas, almacenes, talleres y otros establecimientos con actividades productivas y comerciales. Esta concentración de factorías dio lugar a que la vía de acceso se llamase calle de la Industria.
Entre las factorías más conocidas, y cuyos edificios o estructuras aún se mantienen en pie, destacamos la fábrica de Francisco Peña (paseo Corvera), La Innovadora (Colonia San Esteban) y la Especiera Murciana (Plaza González Conde). Además quedan en pie algunas chimeneas industriales de la época por el Barrio Carmen y alrededores.
En 1945 en el barrio Carmen se localizaban dos importantes industrias conserveras de las tres que existían en la ciudad de Murcia. Estaban situadas en las inmediaciones del cruce entre las calles Santa Úrsula y Mateos, las actividades industriales fueron tan numerosas que se expandieron hacia el paseo Corvera, la calle Floridablanca, la calle Cartagena y la calle Proclamación.
Las industrias del Barrio Carmen estaban bien comunicadas con los molinos harineros y del pimentón que se encontraban ubicados en el margen derecho del río, lo que facilitaba su comercialización.
Barrio Carmen pasa de ser industrial a residencial
En la década de los 70, el ferrocarril perdió importancia como medio de transporte en favor de la carretera y sus camiones. Fue en este momento cuando el Barrio Carmen se fue transformando en una zona residencial, donde antaño solo moraban los empresarios dueños de las fábricas y sus familias.
La expansión urbanística, hizo que el Barrio Carmen no pudiese ofrecer al modelo industrial las ventajas del pasado. Las fábricas tuvieron que emigrar a otras zonas de Murcia dotadas de buenas comunicaciones y espacios adecuados a sus instalaciones.
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